A más de dos semanas del deslizamiento de tierra ocurrido en Ramos Danta, la emergencia en Pimampiro continúa siendo un desafío. Las intensas precipitaciones de los últimos días y el terreno inestable han complicado gravemente las labores de rescate. La crítica situación no solo afecta a las familias afectadas, sino que también ha puesto a prueba los recursos y esfuerzos de los equipos de rescate.
El deslizamiento de tierra, que se produjo en horas de la madrugada, desplazó una cantidad estimada de 120 mil metros cúbicos de tierra, sepultando por completo la vivienda donde residían las personas desaparecidas. Según las autoridades, se presume que dos de las personas desaparecidas se encontraban dentro de la casa al momento del desastre, mientras que la tercera se encontraba en el exterior. Sin embargo, las fuertes precipitaciones que han caído sobre la región desde el evento han agravado la situación, dificultando las labores de búsqueda e intervención en la zona.
El terreno ha quedado inestable debido al deslave y las fisuras que se han formado en el suelo. Las constantes lluvias han generado nuevos riesgos, haciendo que cualquier intento de acceso sea extremadamente peligroso para los equipos de rescate. Las autoridades han señalado que la maquinaria pesada, que podría ayudar a remover los escombros, no ha podido intervenir adecuadamente debido a la inestabilidad del terreno y la falta de condiciones seguras para su operación. Además, las precipitaciones han dejado el suelo aún más resbaladizo y propenso a nuevos deslizamientos.

A pesar de las difíciles condiciones, el Cuerpo de Bomberos de Ibarra y Pimampiro sigue trabajando arduamente en la zona, a la espera de que el talud se estabilice lo suficiente para permitir el ingreso de maquinaria y personal. Los bomberos han señalado que la situación se complica aún más debido a la falta de visibilidad en el área afectada y las constantes lluvias, que limitan el uso de tecnologías de escaneo terrestre y otros equipos especializados.
Además de las condiciones climáticas adversas, las fisuras y la inestabilidad del terreno dificultan aún más el trabajo de los rescatistas. La preocupación es latente, ya que cualquier movimiento en el terreno podría ocasionar nuevos deslizamientos y poner en riesgo tanto a los rescatistas como a los posibles sobrevivientes bajo los escombros. Las autoridades locales están evaluando constantemente la situación y analizando posibles alternativas, como el uso de perros de rescate o sistemas avanzados de escaneo, para intentar localizar la vivienda y encontrar cualquier indicio de los desaparecidos.
El alcalde de Pimampiro, Óscar Narváez, ha estado en constante comunicación con las autoridades nacionales y locales, buscando alternativas para poder avanzar en la búsqueda. En conjunto con los organismos de socorro, se ha brindado apoyo económico, psicológico y social a los familiares de las víctimas, quienes atraviesan momentos de incertidumbre y angustia.
En cuanto a las precipitaciones, las autoridades meteorológicas han señalado que la temporada invernal podría prolongarse por varios días más, lo que pone en alerta a las comunidades cercanas. Las lluvias constantes no solo han afectado las labores de rescate, sino que también han generado preocupación por la posibilidad de nuevos deslizamientos en áreas cercanas a Ramos Danta. Las autoridades han recomendado a los habitantes de las zonas más vulnerables mantenerse alertas y seguir las indicaciones de seguridad.
La comunidad de Pimampiro sigue mostrando su solidaridad ante la tragedia, y las autoridades locales han dispuesto diversos canales de apoyo para quienes deseen colaborar con la causa. Las precipitaciones, que han generado tanto estragos en las labores de rescate como en la vida cotidiana de los ciudadanos, continúan siendo un factor clave en la crisis.
Es fundamental que, mientras se esperan condiciones más favorables para continuar la búsqueda, la población mantenga la calma y se sigan las recomendaciones de las autoridades para evitar poner en riesgo vidas humanas. La situación sigue siendo crítica, pero la esperanza de encontrar a los desaparecidos mantiene a todos los involucrados trabajando sin descanso.