Algunas de las obras de arte más emblemáticas de Pablo Picasso, Francis Bacon y Jackson Pollock no están colgadas en las paredes de los museos más famosos del mundo, sino escondidas en la capital de Irán.
Teherán es una ciudad con una de las colecciones de arte moderno más asombrosas del mundo, que pocas personas fuera de Irán conocen.
Durante décadas, estas obras maestras han estado escondidas en el sótano del Museo de Arte Contemporáneo de Teherán (MACT), envueltas en misterio y ocultas al público.
A pesar de su extensa colección, solo una pequeña parte de las obras de arte se ha exhibido desde la Revolución iraní de 1979.
La agitación política, los valores culturales cambiantes y una serie de giros históricos han mantenido estas obras de arte almacenadas, fuera del alcance tanto de los iraníes como de la comunidad artística mundial.